FABULA
Sobre una rica fuente de
natillas orgullosa una mosca revolaba, y al verlas tan hermosas y amarillas más
de una vez pasando las rozaba. Un gato, de sus amos muy querido, vio del
insecto vil el sucio empeño, y aunque harto ya del dulce consabido del insecto
librar quiso á su dueño.
Acostóse á este fin cerca del plato, y fingiendo el
tunante que dormía, con el ojo avizor, como de gato, el vuelo de la mosca
perseguía. A la venganza y al temor ajeno detúvose el insecto de repente, y el
gato entonces de soberbia lleno, alzó la pata y la metió en la fuente.
La moral
de esta fábula sencilla es que no fué ,la mosca, sino el gato, quien al dueño
privó de la natilla, si no por criminal, por insensato. Y de este ejemplo, que
parece broma, Todo buen español saca este axioma: «Poder que solo de imponerse
trata, aun queriendo hacer bien, mete la pata.»
MANUEL DEL PALACIO.
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