Qué diferencia existe entre el obscuro pasado y el alienamiento que
aún persiste
A Paul Joseph Goebbels, uno de los
principales colaboradores de Hitler
durante el Tercer Reich, se le
atribuyen los siguientes principios de la
actividad propagandística:
Simplificación, y del enemigo único:
Adoptar una única idea, un único
símbolo. Individualizar al
adversario en un único enemigo.
Método de contagio: Reunir diversos
adversarios en una sola categoría o
individuo. Los adversarios han de
constituirse en suma individualizada.
Transposición: Cargar sobre el
adversario los propios errores o defectos,
respondiendo al ataque con el
ataque.
Exageración y desfiguración:
Convertir cualquier anécdota, por pequeña
que sea, en amenaza grave.
Vulgarización: Toda propaganda debe
ser popular, adaptando su nivel al
menos inteligente de los individuos
a los que va dirigida. Cuanto más
grande sea la masa por convencer,
más pequeño ha de ser el esfuerzo
mental que realizar. La capacidad
receptiva de las masas es limitada y su
comprensión, escasa; además, tienen
gran facilidad para olvidar.
Orquestación: La propaganda debe
limitarse a un número pequeño de
ideas y hay que repetirlas
incansablemente, presentadas una y otra vez
desde diferentes perspectivas, pero
siempre convergiendo sobre el
mismo concepto. Sin fisuras ni
dudas.
Renovación: Hay que emitir constantemente
informaciones y
argumentos nuevos a un ritmo tal
que, cuando el adversario responda, el
público esté ya interesado en otra
cosa. Las respuestas del adversario
nunca han de poder contrarrestar el
nivel creciente de acusaciones.
Verosimilitud: Construir argumentos
a partir de fuentes diversas, a
través de los llamados globos sondas
o de informaciones fragmentadas.
Silenciación: Acallar las cuestiones
sobre las que no se tienen
argumentos y disimular las noticias
que favorecen al adversario, también
contraprogramando con la ayuda de
medios de comunicación afines.
Transfusión: Por regla general, la
propaganda opera siempre a partir de
un sustrato preexistente, ya sea una
mitología nacional o un complejo de
odios y prejuicios tradicionales. Se
trata de difundir argumentos que
puedan arraigar en sentimientos
primitivos.
Unanimidad: Llegar a convencer a
muchos de que piensan «como todo
el mundo», creando impresión de
unanimidad.
No es difícil darse cuenta de que
muchos de estos principios se siguen
aplicando en la actualidad, algunos
de forma insistente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario